Quizá la plataforma móvil no sea
la más llamativa a la hora de decidir el próximo juego al que dedicar tu
tiempo, a veces existen prejuicios cuando se dice que la siguiente entrega de
una saga importante se pasa a los teléfonos, sin embargo, creo que en ocasiones
esto puede ser una gran ventaja si se saben aprovechar las capacidades que un
aparato así puede ofrecer. En este caso escribo sobre Reigns, un juego en el
que encarnamos a un monarca del medievo que debemos mantener con vida conservando
el equilibrio entre los factores que influyen sobre el reinado, si hacer esto
siendo un buenazo o a toda costa ya es cosa tuya.
La aventura se basa en un sistema
de “cartas”, en cada una de ellas se muestra la ilustración de un personaje encima del que se nos plantea una pregunta o un hecho sobre el que
hay que tomar una decisión, como no podía ser de otra forma el encargado de
decidir el destino del reino será el rey, al cual encarnamos, y que tendrá que
deslizar su dedo real a izquierda o derecha en la pantalla del smartphone para
elegir. Una vez escoges hacia donde tirar, los cuatro poderes que conviven con
la monarquía (Iglesia, pueblo, ejercito y tesoro) reaccionan en consecuencia,
debes evitar que la barra que representa a cada uno de ellos baje hasta
vaciarse o se llene al máximo, si algo de eso ocurre, por mucho que intentes
correr, el destino no será muy favorable. Cuando decidimos sobre un hecho
importante, terminamos con un “arco” argumental o comenzamos a desarrollar uno
nuevo, se añaden más cartas con una temática concreta.
Durante la partida existe la posibilidad de obtener hasta cuatro ventajas o desventajas a la vez, que pueden ayudar a
regular más fácilmente las barras de cada uno de los poderes, permitirte
conocer mejor como van a afectar las decisiones que tomes a cada uno de ellos o
salvarte de una muerte segura si alguno se sale del tiesto. Algunas de estas
ventajas son realmente útiles y casi indispensables para mí cuando pretendía
llegar realmente lejos con el regente de turno.
Lo primero que llama la atención
es el estilo que se usa para la representación de los personajes que aparecen
en las cartas, consiste en un estilo minimalista pero que permite la distinción
de cada uno de ellos de manera sencilla, con solamente un vistazo. Uno pensaría
que con tan pocas líneas pueden caer en la repetición en según qué rasgos (el
juego cuenta con 38 retratos distintos) pero gracias a que en cada una de las
ilustraciones se plasma el personaje en cuestión con algún accesorio (un gorro
curioso, un arma o incluso un instrumento musical) o un cambio en como se
dibujan los elementos que los forman, cuando aparece un nuevo actor en la
historia es un soplo de aire fresco para romper la monotonía.
El otro punto que destacar son
las propias respuestas en sí, tanto estas como las distintas opciones y
situaciones que ocurren durante la partida tienen un tinte humorístico que me
ha gustado bastante, la mayoría no se ven venir (lógico, teniendo en cuenta que
a la mayoría de súbditos les faltan un par de tornillos) y arrancan una sonrisa
gran parte de las veces, incluso los apodos que se colocan a cada uno de los
reyes (que son coleccionables y se obtienen a partir de las acciones que
realices) son divertidos. A pesar de esto, algunas de estas respuestas no
reflejan con claridad, ni coherencia en según que casos, la influencia que
tendrán sobre los poderes que actúan en el reinado, incluso me he encontrado
con alguna respuesta que me pareció contradictoria con lo que había entendido
que pretendía transmitir, como última queja en este tema también he visto que
algunas preguntas se responden con “sí” o “no” sin encontrar realmente mucho
sentido a responder de esta forma tan simple a la cuestión que te plantean.
Estos problemas no son la tónica general ni mucho menos, pero en un juego tan
simple que tiene su núcleo central en esta mecánica, creo que es interesante
destacar los pequeños fallos que tiene el sistema, quizá explicarlo de esta
forma no sea lo más sencillo, pero si le dais una oportunidad y jugáis lo
suficiente podréis comprobar que estas cosillas ocurren. Desconozco si el juego
fue desarrollado directamente en español o si puede tratarse de una cuestión de fallos de
traducción. En los textos también he visto algún problema tonto como palabras
juntas que no deberían estarlo (“tardadomucho”) o que los retratos se
superpongan a una parte del texto cuando este es un poco largo, a pesar de
comentarlo, durante mi partida apenas lo he visto un par de veces.
En el transcurso de una partida
larga, puedes encontrarte con reyes que parezcan destinados a morir, en los que
las respuestas pueden llevar a un callejón sin salida en el cual mueras sí o
también sin haber tenido tiempo a poder conseguir alguna ventaja que te permita
remontar, la condición aleatoria de la aparición de personajes y preguntas en
algunos casos generan estas situaciones, del mismo modo, puede generarse una
partida en la cual todo venga de cara y te permita llegar muy lejos sin
problemas, la aleatoriedad le viene como anillo al dedo en mi opinión, lo veo
como la representación jugable de la distinta suerte de la que gozan cada uno
de los reyes durante su vida, aunque a veces esto te deje con una sensación de
frustración o injusticia. Igualmente, en una partida de larga duración, pueden
repetirse más de lo debido algunas situaciones o preguntas, lo que le resta un
poco de frescura y provoca que al final se vuelva un poco repetitivo, aunque la
propia naturaleza del juego parece destinada a las partidas cortas y hay que
darle bastante caña para agotar todas las posibilidades, si no eres completista
puede que ni percibas esto al jugar. Existen también pequeñas variaciones de la mecánica principal como intentar salir de una mazmorra en la que nos encontramos atrapados o una lucha de espadas en la que elegir si vamos al ataque o es más prudente defender.
Las vidas de los reyes que se van
sucediendo uno tras otro se enmarcan dentro de una línea argumental que afecta
a todos ellos, la premisa es muy sencilla, has sufrido una maldición por parte
del diablo y cada vez que mueras tu espíritu pasa al siguiente, la idea es
conseguir romper la maldición con las decisiones que vayas tomando y aunque el
plan parece sencillo, yo todavía no he sido capaz de conseguir el final bueno a
pesar de haber visto los créditos una vez, según he leído existen tres finales
diferentes y conseguir el mejor tiene más miga de la que puede parecer así que
probablemente use una guía si veo que soy incapaz de hacerlo como debería para
completarlo al 100%.
En resumen, el juego es genial
para hacer partidas cortas, echar un buen rato mientras esperas el autobús o
tienes diez minutos libres en la sala de espera del dentista, Reigns está
disponible tanto en Steam como en Android, que es la versión que yo he jugado,
así como en iOS, y lo comentado en el primer párrafo del texto sobre la
plataforma móvil viene a cuento porque creo que a este título le viene como
anillo al dedo este tipo de dispositivo (nunca mejor dicho) ya que con un
simple deslizamiento hacia un lado u otro en la pantalla puedes ir pasando
carta a carta, el diseño simplista de los retratos y alargado de la interfaz
parece hecho a medida para la pantalla de un smartphone y la idea de la poca
duración de las partidas y el poder salir en cualquier momento de la aplicación
y que el progreso se mantenga guardado, siempre y cuando no la cierres
totalmente, dejándote retomar la vida del rey de manera sencilla va genial
cuando ha tocado alguien con suerte y envejece más de lo habitual. En
definitiva, se juegue donde se juegue, es un título adictivo, muy divertido,
con el espíritu de “una jugada más” y muy rejugable para conocer todas las
posibilidades, aunque a la larga se puede volver repetitivo por su propia
naturaleza.
Por último, la saga Reigns no
solo tiene este título, existen también Reigns Her Majesty y Reigns Game of
Thrones, basado en la famosa serie, a los que con toda seguridad también daré
caña cuando haya completado totalmente el protagonista de este texto y haya
pasado algún tiempo (incluso al momento de escribir esto, está en desarrollo el
traslado a juego de mesa de las mecánicas del juego, con el nombre Reigns The
Council). Reigns es el primero de estos tres juegos y se puede comprar por
menos de lo que cuesta un café si esperáis a alguna oferta de las tiendas
digitales, como apunte he de decir que habiendo probado más de un par de juegos
para móvil, ninguno ha conseguido durar mucho instalado pero Reigns ha sido
capaz de no cansarme con tanta facilidad como otros, y después de haberlo
finalizado una vez, sigo con ganas de decidir los destinos de los reinos que se
generan en la palma de mi mano.
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